Sólo ahí mismo.

Nunca se siente completamente que se perdieron todas las esperanzas, siempre hay una pizca de confianza, de seguridad. Aún cuando parece que todo se perdió hay algo que te da un poco de ánimo.

En muchos casos ese ánimo te lo otorga una sola persona: Mamá.

Pero cuando tenés a tu madre en brazos, desarmada en llanto buscando contención ¿A dónde está la seguridad?

Cuando ves a la única persona que te daba ese ánimo buscando reconfortarse en vos mismo el mundo parece haberse vuelto un lugar oscuro, vacío, incípido.

El mundo se vuelve un lugar de mierda cuando tu propia madre necesita llorar en tu hombro y sólo ahí mismo entendés que ya no sos más chico.

Hoy ya no soy más una nena. Hoy mamá me abrazó y lloró.

Sinceramente hoy no supe qué hacer.

3 comentarios:

Lic_jasper dijo...

Justamente lo positivo de esto es que tu madre de alguna manera, te considero la persona justa para poder demostrar este "sentimiento" frente a vos. Un juego brusco de viceversa...
Si lo pensas hasta marca un poco mas de adultez.
Mas alla del sentimiento de su madre...

Tomás Münzer dijo...

Uh, sí, es duro, pero te hace más fuerte, más maduro.

Y me hiciste acordar de dos frases: la esperanza es lo último que se pierde, y, cuando no haya nada en qué creer, cree en la esperanza.

Anónimo dijo...

No hay mucho para analizar. Lloraba x que no sabe cuando maduraran sus vastagos. Pobre. Y si, hace rato no sos una nena che. Date cuenta. Saludos.

Con la tecnología de Blogger.

Club VIP