A todos nos ha pasado:

- Viajar en el tren y que pare entre estación y estación por un problema.

- Esperar en la estación porque el tren paró casi al llegar a nuestra estación por un problema.

- Ir a comprar a un negocio y que sea robado cuando estamos adentro.

- Ir a comprar a un negocio y ver desde afuera a varios metros que lo están robando.

- Gritar de felicidad por encontrarte un billete de $10, de $20 o mejor aún, de $50

- Llorar y maldecir a todos los santos por perder un billete de $10, de $20 o peor aún, de $50.

- Reirte de alguien que se tropezó o se cayó en la calle.

- Levantarte rapidamente luego de tropezarte o caerte en la calle para que la gente alrededor no se burle.

- Recibir la última entrada de un recital o un evento y que luego cierren la ventanilla.

- Ser el que viene después del último en la fila para comprar una entrada de un recital o evento y que te cierren la ventanilla en la cara.

- Ir a una fiesta y romper algo, vomitar en el living, vomitar el bidet, dormirte en la cama de los viejos de tu amigo y dicho sea de paso vomitársela también

- Dar una fiesta y que tus amigos te rompan las cosas, te vomiten el living, te vomiten el bidet, se duerman en la cama de tus viejos y encontrarte al día siguiente con que también la han vomitado.

- Encontrar el último saquito de té en la caja y guardar nuevamente la caja, como acto automático.

- Putear porque un boludo guardó la caja vacía de té.

- Lo mismo de arriba pero con la leche, el yogurt, el dulce de leche, la mermelada, el paquete de galletitas... Todos los boludos siempre guardan las cosas vacías solamente para hacer calentar a los boludos que vienen después.

- Subir escaleras en la oscuridad y calcular un escalón más, dando así un paso brusco que te deja como un gil.

- Bajar las escaleras en la oscuridad y calcular un escalón menos, dando así un paso muy seguro al aire, yéndote seguramente de narices al piso.

- Prestar un libro valioso y que luego no vuelva más.

- Recibir prestado un libro que nunca terminaste de leer y no querer devolverlo para poder leerlo algún día.

- Atender una llamada a un número equivocado y pelear con el que llamó.

- Llamar y marcar mal y recibir el insulto de un intolerante que atendió.

- Tener batería en el celular y no tener crédito.

- Cargar crédito al celular y quedarse sin batería estando lejos de casa.



Ahora no se me ocurren más. Pero cuando vuelva a tener un momento de iluminación lo agrego.

3 comentarios:

SANTIAGO dijo...

hay algo muy raro en eso de irse de narices al piso. porque la gente en general se va de narices, que es el apéndice de la cara más inmediato al piso que tenemos cuando nos caemos, y sin embargo lo primero que solemos rompernos son los dientes. y lo digo por experiencia. y a pesar de mi gran nariz.

Pupolina dijo...

Nunca lo había pensado pero es cierto. Y eso que yo también tengo mi buena toma de aire. Lo que es raro es que tampoco sale muy afectada la pera, es cosa de los dientes nomás.

SANTIAGO dijo...

la pera también me la puntié pero no contra el piso, sino contra una columna de cemento.

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