Antes de que cualquiera llegue a este cuaderno arrastrado por la necesidad de venir a corregir mi opinión sobre el asunto, voy a aclarar que: Este post no es más que un post de opinión, no de queja.

Si bien yo no era gran fanática de Michael Jackson también siento, como millones de personas en el mundo, que hemos perdido un gran ícono de la música. Como músico tiene ganado su título de Rey del Pop, por más que todos sus problemas personales hayan querido interferir ante su talento. Pueden decir que era un pederasta, obsesivo, drogadicto y adicto a la mandioca, pero no nieguen que era un artista y uno de los representantes de 3 generaciones que seguirá sumando seguidores conforme pasen los años.

Así tal vez algún día mis nietos, al igual que yo, bailarán en la escuela futurística del mañana algún tema de Michael. Posiblemente Thriller. Bajo algún formato llamado MpXVI beta.

Porque después de todo ¿Quién puede decir que no ha bailado "Thriller" en la escuela primaria o quién no ha practicado en un pasillo el pasito para atrás que tanto lo caracterizaba? ¡el que no haya pasado por ninguna de esas dos situaciones que arroje la primera piedra!

Aún así, el motivo de este post no era sólo hablar de Michael Jackson, sino más bien explicar algo que vengo explicando desde el 25 de junio.

Farra Fawcett y David Carradine fallecieron casi simultaneamente con Michael Jackson, pero no he visto en la televisión ningún especial que muestre "Los Ángeles de Charlie" ni "Kung Fu" en homenaje a ellos. Quienes a mi parecer también merecen algún reconocimiento. Ni siquiera por parte de Zapping que ya hizo el respectivo homenaje para nuestro morocho arrepentido sin perderse detalle alguno, y la verdad esto me sorprende mucho ya que la muerte de Carradine tiene mucho jugo completamente exprimible bajo las circunstancias en las que fue encontrado.

Quisiera saber qué pasaría si dentro de 30 años recuerdan a Farra Fawcett y dicen: "Ella falleció el 25 de junio, igualito que Michael Jackson, ¿te acordás de él? el que hacía así (pasito para atrás), nono, así no. Así... ponés este pié atrás y este lo movés.."

Durante toda esta semana y la anterior me encontré en una gira con algunos chicos del foro. ¿Motivo? el recital que yo tanto esperaba: Lacrimosa en Argentina. Oh yeah

En el pizarrón estaba escrito todo el cuestionario de Historia que teníamos que terminar a tiempo, porque la amargada que lo había escrito ahí quería corregirlo en el día. Todo el curso de 9º D estaba copiando rápido, nadie hablaba, sólo se escuchaba un "flip flip flip" que yo no estaba segura si era de las Bic en movimiento, o las mentes pensando en voz alta. No hacía mucho que las clases habían comenzado, pero ese día la puerta se abrió y ella entró en mi vida para quedarse.

Era muy alta para su edad, nos sacaba a todos una cabeza de distancia. Su pelo era largo y de un color negro azabache que le llegaba hasta la cintura. Lo llevaba desatado y le cubría el rostro donde se asomaban timidamente sus ojos. Su piel era blanca, pálida. A pesar de sus intentos por entrar sin ser vista, ese aspecto era demasiado extravagante para pasar desapercibida

Cuando la preceptora la hizo pasar a nuestro curso le señaló una mesa atrás de todo junto al Gordo Unchalo. Cerca estaba yo, observando la situación.

Si, esa mesa tenía un lugar vacío, pero tan vacío que ni silla había en él. Ella se quedó parada delante de la mesa. Todos miraban al frente así que nadie se pudo burlar, yo la veía y me dio cosa, parecía triste pero no por la falta de su silla. Parecía sentirse mal por otros motivos ajenos a toda la escena.

Desde ese día, cuando la acompañé a buscar una silla por toda la escuela, ella ha sido mi Flor, mi amiga, mi hermana, mi querida amiga parecida a Morticia Adams que no hablaba mucho pero sonreía bastante. Desde ese día nunca pudimos ser la una sin la otra. Como el Gordo y el Flaco, Olmedo y Porcel, o simplemente como Morticia y Merlina.

Las casualidades la habían traído junto a mi, que tanta falta me hacía una amiga en esa escuela nueva a una hora de distancia de casa, que parecía obra de un destino bondadoso. A pesar de haber sido el último año de la primara, año en el cual se pierden todas las amistades que no han logrado reforzar lazos, ella se transformó en parte de mi familia, casi como la Doble pero de diferente magnitud.

Flor era tímida, algo callada y muy cerrada en sí misma. Cosa que se le fue curando de a poco y gradualmente.

A finales de ese año yo iba a visitarla seguido a su casa, donde vivía con sus 3 hermanos y su padre, el cual hasta el día de hoy sigo llamando Papá Julián o simplemente Papá. Siempre llevaba películas para ver y me quedaba los fines de semana. Dábamos vueltas por todo barrio uno y nos divertíamos hablando en "Cagastellano", charlando sobre Metallica o Lacrimosa, sacándole el cuero a la mogólica de en frente o haciendoles creer a los vecinos que eramos una pareja de lesbianas.

Para fin de año, y justamente fin de la primaria, nos habíamos llevado la mitad de las materias. Desastrosamente en Diciembre fallamos en todas. En Febrero había que dejar a lo sumo una sola, sino zácate, la catástrofe. Entre todas las materias que Flor y yo teniamos que rendir estaban Inglés y Educación Física. Para la primera había que estudiar, para la segunda madrugar. Ambos términos incomprensible para nuestro cagastellano personal.

Mientras estudiábamos para inglés, horas antes de la prueba, Flor me preguntó algo que para mi fue descabellado:

No voy a negar que siempre voy por todos lados metida en una burbuja propia de pensamientos. Voy caminando y mirando para abajo, a veces tarareando canciones, pensando que tengo los cordones desatados, acordándome del Chino o haciendo una lista mental de las cosas que tengo que hacer.

Todo esto es provechoso a la hora de evadir saludos o encontrarme monedas en el piso. Hasta ahí todo bien, no le había encontrado ninguna contra a meterme en mi mundo y deambular de esa manera. El resto del mundo está acostumbrado a mirarme así, ya me conocen bastante.

El problema fue cuando fui a comprar la semana pasada al Almacén de Ani.

Hasta el día anterior y desde Diciembre todos los vecinos entrabamos al almacén por un panel sin vidrio en lugar de entrar por la puerta de entrada. Esto lo hacíamos porque ese panel es del mismo tamaño que la puerta y está justo al lado. Tomarnos las molestias de abrir la puerta era un acto a realizarse al pedo y la única que lo hizo durante todo este tiempo fue la Doble.

Asi fue que en un momento todos nos acostumbramos a que esa ahora era la entrada. Yo hice un mapa mental del recorrido:

Portón, vereda, calle, terreno, panel, negocio.

Entonces...

¿Por qué nadie me avisa que reemplazaron el panel?

La semana pasada fui a comprar y vi desde mi punto de vista bajo la puerta cerrada y encaré para el panel. Lo único que recuerdo fue sentir algo duro en mi frente y un ruido que sonó a "PUUUM!" y escuché que el menso que atiende me dijo "Ya pusimos el vidrio" ¡Pero no me digas!

Menos mal que no había nadie. Ni siquiera la Doble, pero cuando le conté esto se río tanto pero tanto que se comió un tatequieto en la nuca.


Ahora me siento una infelíz.

Esto de los nombres me tiene bastante entretenida, sobre todo con Franmorten que me dio charla durante unas cuantas horas sobre el asunto, que además de ser un poco colgado (¿qué hacíamos los dos hablando de esto a las 3 de la matina?) es bastanate ridículo.

He conocido muchos nombres graciosos pero ninguno es ni más ni menos bonito que el mío. Nunca lo digo y viene siendo una incógnita para muchos que tal vez conozcan los dos nombres pero del apellido no han visto ni la inicial asomada. Este cuaderno prometía tener muchas novedades así que, como para empezar a cumplir, Pupolina va a revelar ese misterio: El nombre que ustedes no conocían es Carolina Melisa Paredes.

Lo primero que sale con ese nombre es el siempre infantable desde la escuela primaria, tan gastado y pedorrisimo chiste: