Tranquilos, todavía no son tíos.
Estuve bastante jodida las últimas semanas y fue por esa razón que no aparecí por acá. Desde la última entrada que hice caí en un malestar enorme que involucraba dolores de espalda, cabeza, cintura y vómitos. Algo que yo consideraba que era normal en el embarazo y por lo cual me había resignado a cooperar y tratar de no ir más allá del llanto en el baño. Pero resultó que era un empacho.
Podrán creer o no en el empacho. Yo no era muy creyente después de todo, pero pasé todo este tiempo haciendo la remake del exorcista en mi propia casa y despertándome unas nueve o diez veces por noche para desagotar el tanque, sin poder dormir y sintiendo que cáda bocado que probaba tenía gusto a barro. Hoy mismo no recuerdo quién fue el que me dijo que vaya a la casa de una señora que cura y tampoco recuerdo qué pensé en ese momento. Sin embargo fui y puedo asegurar que hoy vuelvo a saborear con ganas y esa mochila pesada en la espalda está lejos, junto con el dolor de cabeza.
En fin. Uno no sabe en qué creer hoy en día. Es increíble que una cinta marque un lugar un día y al siguiente marque otro totalmente diferente. Me esforzé en encontrar el truco pero no lo logré y en el segundo día, cuando volví a mi casa con ganas de comer y sin lamentarlo después, decidí que por esta vez debía dejar el escepticismo y entrarle con gusto a la olla, agradeciendo que nuevamente le estaba haciendo llegar alimento a la Pupita, algo que me había preocupado muchísimo.
¿Cuánto falta? Más o menos entre tres o cuatro semanas más. Según la obstetra la podemos ir esperando a partir del 17 de septiembre. Si pueden recordar el video de la Pupita moviendo la panza a patadas van a tener que imitar el emoticon ":o" cuando les cuente que eso no es nada comparado con el quilombo que hace hoy por hoy.
Sinceramente ando con mucho sueño y son como las dos de la mañana. Solamente quería dar señales de vida y avisarles que falta muy poco pero que todavía estamos en la lucha. Además del asunto del empacho también pasaron unas cuantas cosas más las cuáles tengo ganas de contar. Peleas en el hospital, peleas en el colectivo, peleas en el almacén, peleas con objetos inanimados, peleas con la programación de multicanal... etc.